El etiquetado y la certificación veganos son de gran importancia para garantizar que las personas que aceptan y siguen la dieta vegana puedan alcanzar los productos que desean de forma rápida y segura. Por otro lado, para que las empresas productoras de alimentos veganos puedan competir en este mercado y sobrevivir, sus productos deben ser examinados, probados, aprobados y certificados por una organización acreditada. La confianza tanto de los consumidores como de los fabricantes en los productos veganos depende de estos estudios de certificación.

La etiqueta vegana es una etiqueta oficial voluntaria reconocida mundialmente por personas que buscan productos garantizados que no contengan alimentos de origen animal. La etiqueta vegana en el empaque de los productos prueba que el producto no contiene ningún alimento de origen animal y no ha sido probado en animales vivos. Las empresas fabricantes también se controlan antes de la certificación en términos de métodos de producción, condiciones de producción y procesos de envasado.

Por lo tanto, para llegar con éxito a una base de clientes con un entendimiento vegano, los fabricantes deben usar una etiqueta vegana y un certificado vegano. Los criterios veganos se incluyen cada vez más en las demandas de las grandes tiendas de distribución.

En definitiva, el documento vegano es un indicador de transparencia que confirma el control de un organismo de autoridad legítimo e independiente y es válido a nivel mundial.

Proceso de certificación vegano

Las etiquetas veganas y el certificado vegano emitidos a las empresas tras las auditorías realizadas por organizaciones acreditadas son reconocidas en todo el mundo.

En general, el proceso de certificación vegana se completa en 4-6 semanas, pero para empresas muy grandes este período puede ser más largo. Las empresas que ofrecen sus productos a los consumidores con etilket vegano demuestran que cada producto es vegano, que estos productos no contienen ningún ingrediente o subproducto animal, no utilizan ningún ingrediente o subproducto animal en su producción, y no se aplican pruebas en animales vivos.

En este proceso se llevan a cabo una serie de pruebas como pruebas de alimentación o nutrición, pruebas de toxicidad, pruebas con animales y pruebas de seguridad ambiental por organismos autorizados. En estas pruebas, también se evalúa que los animales no fueron maltratados, heridos o sacrificados. En el mundo animal, no se aprueba un producto cuyo único propósito sea matar. Por ejemplo, no se aceptan pesticidas, pero se aceptan repelentes de insectos.

El medio de cultivo de las empresas no debe ser de origen animal y esto debe estar documentado. No se permiten genes animales, pero se permiten organismos genéticamente modificados que no sean animales. En caso de contenido de azúcar, se deberán aportar documentos que demuestren que la empresa productora de azúcar no filtra con carbón de huesos. Si se utiliza un ingrediente aromatizante líquido, además del filtrado de carbón de huesos, se debe presentar documentación de que no se utilizan subproductos animales para la limpieza o desespumado. Si hay máquinas compartidas y procedimientos de limpieza de máquinas, la información al respecto también debe enviarse a la autoridad competente.

Una vez que la empresa fabricante entrega la lista detallada de productos y los documentos dados anteriormente a la institución autorizada, la institución autorizada examina el envío e informa a la empresa si hay alguna pregunta o solicitud de documentos adicionales. Durante el proceso de revisión, se examinan los productos y todos los documentos que requieren contacto con proveedores y fabricantes. Una vez completada esta revisión, la solicitud se rechaza o un período de un año aprueba el uso de etiquetas veganas.

El logo vegano no debe cambiarse de ninguna manera. Además, este letrero no debe usarse para representar a la empresa, la etiqueta solo representa los productos. Si las posibles violaciones no se corrigen dentro de los 21 días, la autoridad puede terminar el uso de la etiqueta vegana.

Después de un período de un año, se revisa la empresa y la lista de productos aprobados y, si corresponde, se extiende el uso de etiquetas veganas por un año más.

Si el contenido de algún producto que lleva la etiqueta vegana cambia, la empresa debe notificarlo inmediatamente a la institución autorizada y enviar una nueva lista de ingredientes para los procesos de verificación y aprobación.

En resumen, la certificación vegana ofrece a los consumidores la oportunidad de elegir productos adecuados a sus preferencias nutricionales, y las empresas productoras brindan la oportunidad de demostrar que las materias primas, los procesos de producción y los productos terminados cumplen con los estándares de producción de alimentos veganos.

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